Es el proceso legal mediante el cual se determina la distribución de los bienes, derechos y obligaciones de una persona fallecida.
Este proceso es necesario cuando alguien muere dejando bienes o derechos, y puede ser de dos tipos: sucesión testamentaria (cuando la persona fallecida dejó un testamento) o sucesión intestamentaria (cuando no dejó testamento).
Un juicio sucesorio se necesita cuando una persona fallece y deja bienes o derechos a su nombre, como propiedades, cuentas bancarias, acciones, vehículos, entre otros, y es necesario transferirlos legalmente a los herederos o legatarios. Este proceso es indispensable para que los herederos puedan disponer de esos bienes, como vender una propiedad o reclamar cuentas bancarias.